El hombre de la sociedad actual va conociendo la grande influencia que ejercita la mujer en el planeta, y desea condenarla a la nada, a perpetua inferioridad, por temor de que la mujer le sobrepuje, por miedo de que esta le dispute el cetro. No os disputamos el cetro; pero advertid que si no lo empuñáis bien, nos observaremos obligadas a tomarlo a fin de que no se les caiga de las manos. En algunos pueblos griegos y romanos, la mujer no podía charlar sin permiso de su señor, ni sentarse a su mesa. La mujer era un ser impuro, según ellos, que no debía encontrarse al nivel del marido, a quien suponían de superior condición. Por ello, su instrucción en establecimientos académicos, oficiales o preferentemente privados, no se encontraba apuntada a conformar académicas o sabias, sino mujeres piadosas; sabias, eso sí, en manejo de trabajos domésticas, especialistas en trabajo de agujas. El prototipo más frecuente fue el de impecable casada, reina del hogar, piadosa, buena madre y buena esposa.
Comienza el siglo con el trabajo legislativo de las Cortes de Cádiz. No obstante merece la pena reseñarlo por ser obra de los hombres ilustrados y de avance que al principio de la guerra existían, como los denominaría Gil de Zárate en la época de siglo Su espíritu permanecería largo tiempo en España. El trabajo del Instituto en sus comienzos se centró en la realización de campañas de información sobre los derechos de las mujeres y para difundir los cambios que se habían producido en el ordenamiento jurídico, fundamentales a fin de que las mujeres pudieran ejercer y reivindicar esos derechos que muchas todavía no conocían. Asimismo sacó a la luz el problema de los malos tratos y efectuó estudios sobre la situación de las mujeres en España, cuyos desenlaces fueron difundidos. Pienso que he respondido en parte a esta pregunta en la previo, pero quiero indicar de nuevo que la discriminación contra las personas homosexuales o bisexuales es parte del patrón ‘dentro del grupo’ versus ‘fuera del conjunto’ característico de los sistemas de dominación, exactamente la misma los estereotipos de género recios.
Mujer
No solo vemos deidades masculinas como el viejo dios toro (más tarde demonizado como el Minotauro de la historia de historia legendaria griega y el demonio con pezuñas y cuernos del cristianismo), sino más bien también figuras que combinan formas humanas y animales (como las muchas diosas-aves, diosas-serpiente, etc). La llamada Nueva Espiritualidad se enfoca en nuestra unidad entre unos con otros y con la naturaleza; incluso las designaciones religiosas establecidas han comenzado a cambiar el idioma de Gran Padre (él) a Gran Madre . Las consideraron una suerte de extraña pornografía antigua, proyectando sobre ellas su visión dominante de los cuerpos de las mujeres como elementos sexuales masculinos. En el curso de mi investigación para Cáliz y Espada y para mi libro posterior, me quedó claro que en la antigüedad el sexo y el cuerpo de la mujer eran vistos como parte de la naturaleza, y mucho más específicamente como la fuente tanto de la vida como del exitación.
Avanzamos en el tiempo y nos situamos en este momento en el siglo I d.C., cuando Roma ahora ejercita su control en prácticamente toda la isla de Britania y su política de abusos se ha extendido sobre los habitantes. Hipatia contribuyó a la invención de aparatos como el astrolabio chato que sirvió para medir la situación de las estrellas, los planetas y el Sol tal como el aerómetro. Entre las teorías científicas, defendió el heliocentrismo y también logró estudios sobre el peso específico de los líquidos y sobre geometría euclidiana. Asimismo desarrolló un aparato para la destilación del agua, tal como un hidroscopio para medir la presencia y el nivel del agua, y un hidrómetro graduado de latón para saber el peso específico de los líquidos. Finalmente, se la supone inventora del aerómetro, instrumento que se usa para medir las propiedades físicas del aire u otros gases.
De La Edad Actualizada Al Siglo Xix
En el porvenir podrá ser más sincera la mujer que hoy, pues convencidos vosotros de que es vuestra igual; no le quitareis la razonada y justa independencia, la independencia que debe tener todo ser dotado de sana conciencia y recto método.
Los sistemas de dominación requieren estereotipos de género rígidos en los que lo estereotípicamente “masculino” se clasifica sobre lo estereotípicamente “femenino”, al igual que los hombres se clasifican sobre las mujeres. Esto ha significado que, adjuntado con las mujeres, el cuidado, la empatía, la escucha y la cooperación fueron relegados a un estatus inferior de “despacio” o “femenino”. Al mismo tiempo, las cualidades y acciones necesarias para controlar, como la fuerza, la ambición, la crueldad y la guerra, se han considerado “masculinas” y muy valoradas.
Mientras que en España en periódicos y gacetas se polemiza sobre la aptitud de las mujeres para adquirir entendimientos que logren capacitarla para ejercer una profesión y sobre la conveniencia o no de que los adquiera, llegan novedades de otros países donde algunas mujeres empiezan a hallar el grado de bachiller y también, incluso, entran a la Facultad. Pero la Comisión ha considerado al mismo tiempo que su plan se reducía a la parte literaria de la educación, y no a la moral, principal objeto de la que debe darse a las mujeres. Tampoco pudo desentenderse de que este plan solo abraza la educación pública, y que cabalmente la que debe darse a las mujeres debe ser doméstica y privada en cuanto resulte posible, pues que de esta manera lo exige el destino que tiene este sexo en la sociedad, la cual se interesa primordialmente en que haya buenas mamás de familia. En los últimos tiempos ha habido una creciente literatura que admite que se ha normalizado tanto en el arte como en la vida el ver los cuerpos de las mujeres por medio de “la mirada masculina”. Esto no es normal; es un factor de los sistemas de dominación, y ahora reconocerlo es un signo de avance hacia una visión más ‘asociativa’ tanto del sexo como del cuerpo de la mujer.
Suetonio Paulino, general de roma que tuvo que llevar a cabo en frente de esta rebelión, que tuvo lugar entre el 60 y 61 d.C, disponía de dos legiones completas, la XIV y la XX, además de un número indeterminado de tropas auxiliares. Supo escoger con perfección el sitio de la batalla, una colina, actualmente desconocida, situada en el recorrido de una antigua vía que unía Gales e Inglaterra, cuyo nombre es Watling Street, nombre que se le atribuye asimismo a dicha guerra. Esta reina, – Boudicca o Boadicea- , que es presentada por las fuentes como una mujer alta, pelirroja y de complexión fuerte, se transformará en una esencial amenaza para las legiones romanas y provocará acontecimientos trágicos para los invasores. Esta amalgama de tribus fue reconocida prácticamente completamente, por Julio César durante la invasión de Britania y en las dos ocasiones en las que invadió la isla, durante los años 55 y 54 a.C., al limitar su actuación a expediciones y operaciones de prestigio. Esta forma de intervención, permitió hallar para Roma, los primeros socios en la isla y los primeros tributos entre las tribus de Britania. Aunque sus escritos se han perdido, hay varias referencias a ellos.
Muchas mujeres de familias nobles sí recibían formación, si bien mucho más limitada que la de los hombres, y ciertas llegaron a ocupar puestos de poder. Resaltamos los casos de Isabel I de Castilla o la escritora Cristina de Pizán. “La egipcia no fue nunca una mujer que intentara equipararse al hombre… La igualdad entre el hombre y la mujer en la sociedad del viejo Egipto no existía y creo, que tampoco ahora… lo que mucho más resalta de exactamente la misma es que tenía poder y exactamente la misma el hombre, ante la ley, estaba conocida como tal”. La chimenea familiar para los romanos fue consiguiendo connotaciones rituales y sagradas, donde ofrecían sus sacrificios y oraciones. El fuego sagrado asimismo estaba considerado como el fuego de la vida que ardía en el pecho del pueblo de roma gracias a Vesta.
Esto, por su parte, trajo una sucesión de avances culturales y técnicos que brindaron el paso de la Prehistoria a la Edad Antigua. Fue exactamente en estas sociedades donde los roles propios que se habían generado durante la Prehistoria se asentaron e incluso se profundizó en ellos, otorgando a las mujeres un papel de reclusión en la vivienda y con limite al cuidado de este y de la familia mientras que el hombre era responsable de la guerra y la política. La integración de la mujer en el ámbito cultural, educativo y espiritual permitió que se dieran salvedades en las que las mujeres ostentaban un mayor poder de resolución (la sacerdotisa sumeria Enheduanna, Hipatia de Alejandría, la guerrera celta Boudica, las mujeres espartanas o Cleopatra…).
A inicios del siglo XVII se viviría una época de histeria y radicalismo religioso que conduciría a las acusaciones de brujería contra toda clase de mujeres y, lamentablemente a la quema de muchas de ellas en la hoguera. Asimismo supondría el progreso de la burguesía de las ciudades frente a las viejas noblezas y la aparición de novedosas oportunidades laborales en las que se dejó la entrada de las mujeres y la independencia económica de sus maridos. La educación también comenzó a llegar a las clases populares, progresando de a poco las esperanzas de futuro de las entonces nuevas generaciones. Empecemos remontándonos hasta la Prehistoria, el intérvalo de tiempo más extenso en las distintas etapas de la raza humana. A lo largo de… En una sociedad… En el pasado la maternidad fué labor femenina, las mujeres han interiorizado mucho la maternidad.
En Grecia y Roma, las mujeres eran educadas pero se las sostenía al margen de la política. Durante la Prehistoria, debido a su constitución física más robusta, el papel principal del hombre en la sociedad era proveer a la tribu o a su familia de alimento y protección. La mujer desempeñaba labores de administradora, cuidaba de los hijos o fabricaba útiles y, desde la aparición de la agricultura, también trabaja como recolectora. En lo político y popular, no está claro si las mujeres tenían ‘voz y voto’ en estos asuntos o si estas sociedades tan primitivas ahora lo limitaban a los hombres. Lo religioso asimismo presenta algunas inquietudes ya que cabe la posibilidad de que hubiera chamanes y sacerdotisas, además de esto se conoce que la figura femenina era objeto de adoración como símbolo de fertilidad (véanse las llamadas ‘venus paleolíticas’). La incorporación de la mujer al sistema educativo, según la Iglesia, era una forma de dar forma en principios y valores cristianos al elemento cohesionador de la familia y la vivienda.