En cualquier caso, los especialistas aconsejan consumirlos de forma moderada, por su contenido graso y por la naturaleza de sus grasas. Resumiendo, por si acaso aún te quedan dudas, ¿cuál es preferible, la mantequilla o la margarina? Si estas buscando una grasa diaria para cocinar usa el aceite de oliva u otro aceite vegetal. Si buscas para tus recetas elegir entre mantequilla o margarina, vas a deber valorar su tipo de grasa y en todo caso, consumir sólo ocasionalmente alguno de ellas.
Napoléon III inventó un concurso para localizar una opción alternativa más económica a la mantequilla, un producto inalcanzable para la mayor parte de la población y bien difícil de proveer a sus tropas. Y el farmacéutico Hippolyte Mège-Mouriés patentó una emulsión a partir de sebo de vacuno a la que llamó margarina, puesto que se creía que el sebo contenía enormes contenido de ácido margárico. En la actualidad, para su elaboración se emplean grasas de origen vegetal (maíz, girasol, soja, linaza…), aunque tienen la posibilidad de llevar hasta un 3% de grasa láctea. Fue inventada el 15 de julio de 1869 como sustituto de la mantequilla.
Diferencia Entre Margarina Y Mantequilla
La primera es el resultado de batir la crema o la nata de la leche de vaca. No se conoce con exactitud el nacimiento de este proceso en la historia, más allá de que se supone que su hallazgo ocurrió por al azar. Ciertos autores ubican las primeras mantequillas sobre el 8000 a.C., tras la domesticación por parte del hombre del ganado en la región de Mesopotamia. Era un alimento muy valorado por los pueblos bárbaros, por su fácil conservación y sus características. Pero la llegada del Imperio Romano desterró su popularidad, puesto que los romanos veneraban el aceite de oliva y consideraban la mantequilla un alimento incivilizado que solo empleaban para tratar quemaduras. La mantequilla esta compuesta en un 80% de grasa y un 20% de agua.
La verdad es que las diferencias calóricas no son abisales. La mantequilla y la margarina aportan una cantidad similar de calorías; la primera con casi 2 terceras partes de tipo sobrepasado y la segunda con un 40% de grasa saturada o trans. En una persona sana, importa más la cantidad a echar en la tostada que el hecho de que sea mantequilla o margarina. Eso sí, como dicen los expertos, el aceite de oliva virgen es indudablemente una opción alternativa considerablemente más saludable que esos dos alimentos. Las grasas de origen animal son sólidas a temperatura ambiente, las de origen vegetal, como los aceites, son líquidas.
Qué Diferencia Hay Entre Mantequilla Y Margarina
En relación a sus micronutrientes, las dos son enormes fuentes de sodio, ya que concentran alrededor de 800 mg del mineral por cada cien gramos. En un país como España la primera grasa a tomar en consideración para cocinar es el aceite de oliva. Nuestro aceite de oliva es de máxima calidad, tiene precios razonables en general y es la grasa mucho más sana y aconsejable para la cocina diaria en nuestras casas. La mantequilla da a las recetas un gusto y un aroma inconfundibles. Parte de la repostería clásico tiene la mantequilla como ingrediente primordial. Añade humedad a un bizcocho y textura a dulces como las galletas.
Debes tener en cuenta que la margarina, al estar llevada a cabo de manera industrial, tienen la posibilidad de tener prácticamente nada de colesterol, al paso que en la mantequilla o sea prácticamente inconcebible. La mantequilla es fuente importante de vitaminas liposolubles como la vitamina A. Para que podamos comparar, es un contenido 20 veces mayor que la leche con su nata y de vitamina E y D. Encontraremos vitamina A, en mayor o menor cantidad en la mantequilla en dependencia de la alimentación de la vaca y de la estación del año en que se elabore.
Las dos tienen origen y propiedades distintas y hay un enfrentamiento recurrente sobre cuál es la mejor. Pese a todo lo mencionado, y sacando algunos géneros de margarinas con determinadas características especiales, es considerablemente más aconsejable consumir mantequilla, pero sin abusar de ninguna de las dos en tanto que, como hemos dicho previamente, tienen muchas grasas. También otro tipo de recetas como algunos risottos, carnes o verduras no serían iguales sin el toque de la mantequilla. Ciertas margarinas hoy en día están bastante conseguidas en cuanto a sabor y rigidez. Aquí asimismo influyen los gustos, en cualquier receta podemos sustituir una por otra, pero debemos recordar que un plato cocinado con margarina no tiene menos calorías, ni es más sano que elaborado con mantequilla.
La diferencia primordial entre ambas es que la margarina está creada de forma industrial al tiempo que la segunda, la mantequilla, se crea a partir de grasa de origen animal. Con todo, la OCU recomienda hacer un consumo equilibrado de los dos productos. Los especialistas añaden que es preferible optar por grasas más saludables. Se tienen dentro aquí el aceite de oliva y girasol, las de los frutos secos o el pescado azul.
Para conseguir que las margarinas consigan la consistencia de la mantequilla se utiliza hidrogenación parcial. En ese desarrollo se forman ácidos grasos trans, formidablemente perjudiciales. No tienen ni un solo efecto bueno y son muy dañinos para el control del colesterol LDL.
La mantequilla se consigue a través de el batido y amasado de la nata de la leche. Es una grasa que se obtiene convirtiendo una emulsión de grasa en agua en una emulsión de agua en grasa . Sin embargo, existen muchas opciones de margarinas entre aquéllas que logramos hallar aquellas enriquecidas con vitaminas, con probióticos y con esteroles que favorecen la reducción del colesterol en el organismo. La margarina no posee colesterol, con lo que de entrada semeja una opción mejor para los pacientes con hipercolesterolemia, y la mantequilla en general contiene menos sal, conque podría ser mucho más conveniente para los hipertensos. Hay que tomar en consideración que en el mercado hay muchas variantes, con más o menos sal, light, enriquecidas con fibra o vitaminas, por lo que es esencial leer el etiquetado antes de decidirnos. La mantequilla aporta mucho más grasa y menos agua que la margarina, pero los dos son alimentos muy calóricos y deben consumirse con moderación, en especial si queremos controlar nuestro peso.